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La maduración
Banagrumes es madurador de bananas, aguacates y mangos, certificado ICPE (Instalación Clasificada para la Protección Medioambiental). Estas frutas, denominadas climatéricas, necesitan un « afinado » o « desverdizado » para un desarrollo óptimo de sus cualidades organolépticas. Las nuevas tecnologías y nuestra experiencia profesional nos permiten garantizar una calidad constante e irreprochable, adaptada a las necesidades de cada uno de nuestros clientes.
La maduración, ¿una etapa indispensable?
Las bananas, por ejemplo, pueden seguir madurando después de cortar el racimo de la planta. Pero una vez maduras, ya no son transportables a largas distancias. Es por lo que son recolectadas verdes y transportadas aún « dormidas » por vía marítima (a una temperatura nunca inferior a 13° C). Al recibir los contenedores, se almacenan en « cámaras » en las que se aumenta la temperatura, a fin de « despertarlas », recreando al mismo tiempo el proceso natural de maduración en medio tropical. Banagrumes es un madurador especializado desde hace tres generaciones. Esta etapa necesita de 4 a 6 días. Es pues indispensable anticiparse a la demanda del cliente.
Una maduración controlada, un vasto surtido de coloraciones entre los 7 de la escala colorimétrica, un índice de satisfacción clientes próximo al 95 %,… ¡nuestra experiencia está demostrada!
Nuestro saber hacer es satisfacer la demanda del cliente.
En Banagrumes, el madurador está encargado igualmente del aprovisionamiento y la venta de sus productos, controlando así la cadena de A a Z, lo que le permite garantizar lo mejor a sus clientes. Ser madurador es un oficio del « a medida » y de pasión para todos aquellos que desean participar en el buen sabor de la fruta. Esta experiencia se transmite y se aprende « sobre la marcha ». Es un trabajo para el que se necesita precisión y una atención constante, ya que la fruta es un producto vivo. La intervención del madurador es indispensable para la salida al mercado. El arte del madurador es suministrar una fruta en el estado de maduración deseado por el cliente. Es necesario prever un mínimo de 5 años de experiencia para convertirse en un buen madurador.
Ser madurador forma parte de nuestra historia.
Antes de estar en el M.I.N, madurábamos nuestras bananas en los sótanos abovedados del Mercado Central de Paris (« Les Halles »). Este oficio, además de su experiencia puntera, era de muy alto esfuerzo físico. Esta situación en el sótano implicaba una manipulación laboriosa y extremadamente fatigante, ya que había que colgar racimos de bananas ¡de más de 25 kg!